Los no-límites del sexo
En general, cuando
se habla de salud se está haciendo referencia casi exclusivamente a la ausencia
de enfermedad, aunque es bien sabido que este concepto va mucho más allá, tal
como define la Organización Mundial de la Salud (OMS), estableciendo la salud como
el completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de
afecciones o enfermedades.
Completo bienestar
físico.
Completo bienestar
mental.
Completo bienestar
social.
Tres estadios
distintos a los que atender para lograr que todas las deficiencias o
necesidades que puedan tener queden cubiertas y así poder optar al bienestar
completo en cada uno de ellos.
Abordaremos así un
concepto que al que desde siempre se le ha dado gran relevancia en nuestras
vidas (las de todas las personas del mundo) pero que sigue siendo un gran tabú
en demasiadas sociedades, en demasiados territorios: el sexo.
Imagen extraída de: http://bit.ly/2gtSboK
Autores como Abraham
Maslow (1908 – 1970) o Nancy Roper (1918 – 2004) con su modelo de actividades
vitales incluyeron el sexo en sus planteamientos teóricos, Maslow en la base de
su pirámide atendiendo a una de las necesidades fisiológicas; y Roper en una de
sus actividades, la expresión de la sexualidad.
Pues bien, todo es
de color de rosas, aceptable, comprensible y fácil de asumir hasta que incluimos
en la ecuación a una persona con algún tipo de disfunción del tipo que sea:
física o psíquica, en el grado que sea.
Durante el cuidado
de las personas, sea de mano de profesionales de la salud o de cuidadores
informales, se trata de atender todas las necesidades que aparezcan, pero lo
habitual y fuertemente establecido es no dar cobertura a las necesidades
sexuales, habitualmente incluso ni siquiera se hace un análisis para establecer
si deben ser abordadas o no.
Imagen extraída de: http://bit.ly/2xT6NVU
En este ámbito aparece
Tandem Team, una organización que sí tiene en cuenta este campo en todas las
personas y se centra en atender dicha necesidad en aquellas personas que tengan
algún tipo de diversidad funcional o intelectual.
Pasemos a conocer
un poco más a esta organización, quiénes son y qué es lo que hacen exactamente,
y para ello hablamos con Francesc Granja, sexólogo y presidente de Tandem Team.
Antes de nada,
¿Dónde, cómo y porqué nace Tandem Team?
El proyecto nace de las inquietudes individuales de las
personas que lo hemos puesto en marcha. La gerente de la asociación tuvo una
relación con una persona con tetraplejia que le cambió por completo el concepto
de sexualidad. En mi caso, hace años tuve la necesidad de expresarme sexualmente
y, salvo la prostitución, no encontré ninguna alternativa que me permitiera
dialogar física y emocionalmente con un cuerpo desnudo desde mi cuerpo inmóvil
e insensible.
También hay una motivación de poner manos a la obra. De
los derechos sexuales en disfunción física (en adelante DF) se ha hablado
mucho, pero se ha hecho poco. Los dos cofundadores del proyecto tenían una
clara vocación de acción, de hacer que las personas con DF pudieran, por fin,
expresar eróticamente en condiciones de
dignidad, igualdad y libertad.
¿Desde la organización se hace un abordaje
exclusivo de las necesidades sexuales de personas, entiendo qué tanto a hombres
como a mujeres, con algún tipo de diversidad funcional/intelectual, o se va más
allá en la cobertura de necesidades de estas personas? ¿Y una persona que no
padezca ningún tipo de carencia física o intelectual, puede solicitar también
vuestros servicios?
Empezaré por el final. Nuestros estatutos y misión social
nos obligan a atender personas mayores de edad con certificado de discapacidad.
A pesar de esa restricción, recibimos bastantes solicitudes de personas sin
ningún tipo de discapacidad (diagnosticada) que han probado todo tipo de
alternativas para mejorar su vida erótica sin éxito. De hecho, muchas de esas
solicitudes provienen de las/os terapeutas de esas personas que conocen nuestra
propuesta y ven claramente su utilidad. Es una lástima que no haya alguna solución
para estas personas.
Nuestra área de experiencia es la sexualidad. Lo que
ocurre es que cuando indagamos un poco en la biografía emocional de esa persona
salen a la luz otras áreas que también requieren un acompañamiento específico.
Si la persona lo solicita, ponemos a su disposición un centro de atención psicológico.
¿Cómo llamáis a las personas que se dedican a
atender este tipo de necesidades sexuales? ¿Reciben algún tipo de
contraprestación a cambio de sus servicios?
El término más conocido a nivel nacional e internacional
es el de asistente sexual. De hecho, durante los primeros meses de nuestra
andadura también utilizamos esa nomenclatura. Sin embargo, a medida que
avanzamos y hablábamos con los usuarios y usuarias descubrimos que el término
que mejor reflejaba nuestra propuesta era el de acompañamiento íntimo y erótico
(en adelante AIE).
La idea de asistir, en sexualidad, remite a un modelo
genital del que todos los profesionales de la sexología huimos. Si entendemos
la sexualidad como algo único e integral, donde el placer puede localizarse en
cualquier parte del cuerpo y con cualquier gesto, nadie puede asistir esa
sexualidad. Con una simple mirada se pueden alcanzar grandes momentos de
placer. Con una caricia, también.
La palabra sexual también la eliminamos deliberadamente de
nuestra definición porque, en primer lugar, remite a un paradigma coitocéntrico
y, en segundo lugar, y según la teoría del Hecho Sexual Humano de E. Amezúa, porque
expresa mejor lo que ocurre en cada sesión: intimidad y erotismo.
Sobre la remuneración, nuestra posición es abierta. Es decir,
dejamos que cada acompañante íntimo y erótico dedica el cuánto y el cómo.
Imagino que en alguna que otra ocasión se habrá etiquetado
a estas personas como prostitutas o gigolós… ¿qué diferencias existen entre
éstos y los asistentes íntimos y eróticos de Tandem Team?
Nosotros no tenemos asistentes sexuales. Solo somos
mediadores. Ponemos en contacto a unos y otros y, ojalá, lleguen a pactos
privados que les permitan compartir un momento erótico.
Dicho esto, nosotros no tenemos nada en contra de la
prostitución; siempre que ésta se ejerza desde la libertad, la dignidad y el
respeto a los derechos individuales. También queremos decir que la comparación
entre prostitución y AIE es inevitable. Cuando surge una figura de nueva
creación, las personas buscamos los referentes mentales más familiares y
cercanos que nos ayuden a 'clasificar' lo que nos es desconocido. Hace 20 años
ocurrió lo mismo con el coaching. Cuando oían a hablar de esta metodología,
mucha gente la identificaba con una 'especie de psicología'. Y esto era así
porque en su mapa mental estaba escrito que cuando dos personas se ponen a
conversar en privado sobre el desarrollo de un ámbito específico del cliente,
están haciendo terapia psicológica. En el caso que nos ocupa, pasa un poco lo mismo.
Hablemos de sexo (erotismo) compartido con una persona extraña y nuestro
imaginario colectivo nos lleva al trabajo sexual. Y, evidentemente, no toda
relación íntima entre extraños es prostitución.
Después de 4 años y medio abordando la cuestión del AIE,
nosotros hemos encontrado diferencias significativas que refuerzan la
separación con la prostitución. El primer concepto que debe quedar claro es que
el acompañante íntimo y erótico, repito, según nuestra experiencia, no tiene
una motivación económica como refuerzo principal, lo que sí ocurre en el mundo
del trabajo sexual. Otra gran diferencia es que el acompañante íntimo y erótico
debe ser una persona con una determinada formación o conocimientos a la hora de
tratar personas y cuerpos con movilidad reducida y funcionalidades específicas
(silla de ruedas, respiradores, sondas, comunicación adaptada, etc). Esta
formación, en general, no se encuentra en la prostitución.
Por otro lado, hay una cuestión de procedimiento que ayuda
claramente a diferenciar las dos figuras: en el acompañamiento íntimo y
erótico, tanto el acompañante como el usuario tienen una reunión (gratuita)
previa a la sesión para decidir si se atraen o no y para acordar aquellas
cuestiones que regirán la relación, como la duración, si habrá o no intercambio
económico, el lugar, etcétera. En algunos casos nos encontramos con personas
con DF que, para tomar su decisión de hacer (o no) la sesión, necesitan tener
más encuentros con la AIE. ¿Cuántas? Tantas como pacten entre ellos.
Ciertamente, no nos imaginamos un/a trabajador/a sexual haciendo varios
encuentros con sus clientes antes de concertar una sesión. En la prostitución,
la trabajadora sexual o el trabajador sexual se proponen como pareja sexual de
una persona con diversidad funcional y esta persona normalmente no puede
elegir, sobre todo en casos de discapacidad intelectual.
En cuarto lugar, podemos decir que hay una diferencia en
cuanto a los tiempos: en la prostitución, en general, la duración de las
sesiones es bastante limitada, mientras que en el acompañamiento íntimo y
erótico suele ser más flexible. Finalmente, hay una cuestión de modelo, dado
que la prostitución encajaría más dentro de un modelo coito-centrista y
finalista (criticado por la sexología actual), y el acompañamiento íntimo y
erótico encajaría mejor en un modelo integral de la sexualidad donde la persona
explora y escoge aquella erótica que la satisface.
Es aquí, en el modelo del deseo, donde el acompañamiento
íntimo y erótico toma todo su sentido. Las personas que buscan un acompañante
íntimo y erótico tienen la posibilidad de explorar cuáles son sus deseos y sus
conductas que los producen más placer. Esto en un entorno de trabajo sexual no
se puede conseguir tan fácilmente dado que hay personas que a menudo acuden a
los servicios de prostitución buscando un alivio y una satisfacción puntual. Nuestra
propuesta sugiere un trabajo de exploración y de autoconocimiento, lo que
muchas de las personas con diversidad funcional no han podido hacer en ningún
momento de su vida por culpa de su condición física o de su estado mental o
intelectual.
¿Cualquier persona puede desarrollar este tipo de
abordaje de las necesidades sexuales de personas con diversidad funcional y/o intelectual?
Cualquier persona que tenga la capacidad para relacionarse
eróticamente con una persona con un cuerpo o una mente no normativa.
¿En qué lugar se llevan a cabo los servicios
asistenciales que ofrece Tandem Team?
Este es uno de los temas que deben pactar en la reunión
previa. Como te decía, nosotros no hacemos el servicio, solo mediamos para que
ambas personas se conozcan.
¿Cómo es un día en la vida de un/a AIE de Tandem
Team?
Como presidente, no estoy al tanto de esa cuestión. La
única persona que habla con las/os AIE es nuestra gerente y, por razones de
confidencialidad, no compartimos el contenido de esas conversaciones.
Finalmente, y ya para acabar, ¿nos podrías decir
como contactar con vosotros, ya sea para colaborar o para solicitar vuestros
servicios, por si algún lector/a pudiera estar interesado/a?
En nuestra página web tenéis toda la información.
Muchísimas gracias por tu tiempo y colaboración,
y desde Enfermería desde el Aula, os deseo lo mejor y mucha suerte en vuestro
empeño.
¿Qué os parece?
¿Creéis que este tipo de necesidades deben ser cubiertas o por el contrario
debe hacerse caso omiso a las mismas? ¿Debería permitirse este tipo de
atenciones en los centros sanitarios?
Os dejo el link
para que podáis echar un vistazo a la página web de Tandem Team y os invito a
que deis vuestra opinión sobre este artículo.
http://www.tandemteambcn.com/
Imagen extraída de: http://bit.ly/2xQQCsp
¡Un fuerte abrazo
para todos los lectores y otro un poquito más fuerte para todas esas futuras
enfermeras que siguen luchando en las aulas y en los hospitales durante sus
prácticas!
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